Para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de nuestros ascensores, el Reglamento de aparatos de elevación y manutención (Real Decreto 2291/1985, de 8 de noviembre), y la Instrucción Técnica complementaria relacionada con los ascensores (AEM 1), publicada en el Real Decreto 88/2013 de 8 de febrero han establecido una serie de labores de mantenimiento mínimas que deben realizarse en todos los ascensores según su funcionalidad.
Debemos diferenciar las revisiones, en las que se realizan las labores de mantenimiento, de las inspecciones, destinadas a evaluar en detalle el buen estado de los elementos mecánicos y garantizar la estabilidad de los elevadores para que su uso no suponga ningún tipo de riesgo ni para las personas ni para el edificio que lo cobija.
Revisiones de mantenimiento
Para evitar problemas a futuro, se realiza un mantenimiento mensual de carácter preventivo.
En esta visita mensual, un técnico especializado se encargará de revisar aspectos básicos de funcionamiento, como los pulsadores, el arranque, la parada, la nivelación, o que las puertas de la cabina se abren y cierran de forma correcta. Además repasará elementos secundarios como la alarma, componentes de la cabina o señalización de los pisos.
Cada tres meses, se evalúa el ascensor de manera más exhaustiva. Es necesario comprobar el freno, limpiar el foso, los rieles de las puertas y el cuarto de máquinas. También se controla el nivel de aceite de los motores y de la máquina.
Dos veces al año se hace una revisión eléctrica y, por lo menos anualmente, se reevalúa el estado de cada una de las piezas que conforman la mecánica, cableado y los contrapesos que permiten el funcionamiento del ascensor y garantizan su seguridad. También se realiza una limpieza a fondo de todos los elementos móviles de difícil acceso.
Periodicidad de la inspección
Además de las revisiones periódicas, es obligatorio realizar inspecciones que certifiquen que el ascensor es apto para transportar personas de manera segura y que cumple correctamente su función.
La periodicidad de estas inspecciones depende de la utilización del ascensor y del tipo de edificio:
- Cada 2 años: Ascensores instalados en edificios industriales o públicos, con una concurrencia continuada.
- Cada 4 años: En edificios de más de 20 viviendas o de más de cuatro plantas.
- Cada 6 años: En el resto de edificios.
¿Quién se encarga de revisar mi ascensor?
Teniendo en cuenta la gran repercusión de las consecuencias que podría tener una manipulación inadecuada de un ascensor y el peligro que podría suponer, es de vital importancia que los elementos y equipos de los ascensores sólo sean manejados por técnicos de la empresa de mantenimiento.
Además, esta empresa deberá contar con la autorización oficial del Ministerio de Industria.
¿Cómo conservar el ascensor en buenas condiciones?
Los usuarios de los ascensores sin los conocimientos técnicos para su manipulación pueden contribuir a conservar el ascensor en óptimas condiciones, haciendo un uso responsable cada vez que lo utilizan.
Para cuidar nuestro ascensor, sólo tenemos que tener en cuenta:
- Respetar el número de personas indicado en la placa de carga para no superar el peso estimado.
- No utilizar el ascensor como montacargas.
- Mantener la limpieza en el interior de la cabina.
- No introducir ningún elemento si hay rendijas que dan al foso.
- Usar el botón de parada sólo en caso de emergencia.
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